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Nos aseguramos que el producto fabricado llega en perfectas condiciones y se monta siguiendo los estándares de calidad establecidos. Este proceso abarca desde el embalaje previo hasta la colocación final en obra.
Antes del envío, embalamos cuidadosamente todos los materiales para protegerlos frente a golpes, humedad y manipulación durante el transporte.
Cada pieza se identifica mediante etiquetas que facilitan su localización y orden en obra, evitando pérdidas o confusiones durante la instalación.
Además, se configuran kits de montaje completos y organizados, lo que permite agilizar el trabajo del equipo instalador y garantiza que el pedido se entrega listo para su montaje sin incidencias.
Una vez que el pedido está completamente preparado y embalado, se organiza la logística para garantizar una entrega puntual y segura. En esta fase se planifica el transporte teniendo en cuenta los plazos acordados, las características del material y las particularidades del lugar de instalación, como accesos, horarios permitidos o limitaciones de carga.
Esta coordinación incluye la comunicación previa con el cliente o responsable de obra para confirmar disponibilidad, rutas de acceso y condiciones del entorno.
Una vez que el material ha llegado a obra, si se desea la instalación, el equipo técnico inicia el montaje siguiendo los planos, kits y especificaciones definidos durante la fase de fabricación.
Tras completar la instalación, realizamos comprobaciones finales de funcionamiento y seguridad. Se revisan cierres, uniones, niveles y resistencia estructural para garantizar que la solución cumple con los estándares de calidad y con lo acordado con el cliente. Una vez verificado todo, presentamos el resultado final al cliente, resolviendo dudas y entregando, si procede, la documentación técnica y las recomendaciones de mantenimiento.
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