Antes de iniciar cualquier proyecto, realizamos un análisis detallado del encargo con el objetivo de comprender plenamente las necesidades del cliente y las condiciones del entorno. Esta fase inicial nos permite evaluar la viabilidad técnica y productiva, definir el alcance real del trabajo y plantear las soluciones más adecuadas.
En esta primera fase recopilamos y verificamos toda la información necesaria para comprender el alcance real del proyecto. A partir de recoger los datos iniciales del cliente, se procede a un análisis técnico detallado que permite evaluar la viabilidad de la propuesta. En este estudio se revisan las dimensiones facilitadas, los materiales requeridos, las normativas aplicables y cualquier restricción del entorno que pueda influir en el diseño o la fabricación.
También se valora la compatibilidad del encargo con los sistemas y productos propios de la empresa, anticipando posibles ajustes técnicos.
Revisamos las condiciones reales del espacio para identificar medidas exactas, posibles obstáculos y cualquier factor que pueda afectar al diseño o a la instalación. Con esta información analizamos la viabilidad técnica y productiva del proyecto, confirmando plazos, disponibilidad de materiales y necesidad de piezas a medida.
A partir de este estudio planteamos varias soluciones ajustadas a las necesidades del cliente, desde opciones estándar hasta alternativas optimizadas o de mayor rendimiento, facilitando una elección clara y adaptada al alcance del proyecto.
Con toda la información recopilada, definimos el alcance final del proyecto, validando con el cliente los requisitos clave y las opciones seleccionadas. A partir de esta confirmación elaboramos el presupuesto detallado, acompañado de la memoria técnica correspondiente, donde se especifican materiales, configuración propuesta, plazos estimados y cualquier consideración relevante para la correcta ejecución del trabajo.
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